Cuando estuve presa

Más de 12 horas diarias sin ver la luz del sol. Atrapada, encerrada, frustrada. La monotonía me revolvía la piel, pues mi ser creativo pedía más… algo que no era capaz de dar.

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En contra de mi voluntad, me levantaba cada mañana, me ponía aquel uniforme y cumplía con mi condena.

En aquel frío edificio, miraba a través del único cristal que me dejaba ver algún movimiento. Veía como el pasillo se transformaba en una pista de despegue hacia mi libertad.

Soñaba con cosas imposibles.

Mi mente estaba bloqueada y era evidente que no podía ver más allá de lo que dicta la sociedad como perfección: “Amanda: Debes estudiar, conseguir un buen trabajo, comprar un carro, comprar una casa, casarte, tener hijos, ahorrar, retirarte, disfrutar de tu pensión, viajar, cuidar a tus nietos, escribir un libro, sembrar un árbol, y así sucesivamente… etc, etc, etc.

Eeeee, ¿qué puedo decirte?

Más allá de la perfección solo he hecho seis de las cosas que pertenecen a esta extensa lista que impone la sociedad. Sin contar, que la número 7,  está en proceso desde el 2015, con miras a ser cumplida este año. Sí, para aquellos que me conocen saben que hablo de mi libro.

¿Quién dijo que las cosas deben ser así? ¿Dónde está la parte de la lista que me aplica a mí? Un misterio sin resolver.

En mi lista debe añadirse: “Amanda: Debes también trabajar fuertemente para otros, con el fin de que te des cuenta de tu verdadero potencial.  Entre medio estudia coaching, conoce nuevos colegas con tus mismos intereses, y crea una red de apoyo. Luego, mira con claridad todas las alternativas reales que tienes para salir de esa prisión y crea un plan estratégico de escape. Diseña el túnel de salida y, cuando esté lista, hártate a tal nivel de tu trabajo "fulltime" que no quieras mirar atrás. Renuncia, y finalmente, monta tu negocio basado en ser feliz haciendo lo que más te apasiona: Transformar vidas a través del diseño gráfico estratégico y creativo”.

HOY mi vida es diferente. Soy mucho más feliz, estoy mucho más tranquila, puedo manejar mi tiempo y gano mucho más.

Quizás te está pasando ahora mismo por la mente: “pero… ¿de qué habla ella?”... Te hablo de cómo mi vida cambió. De cómo me convertí de empleada "fulltime", a dueña de mi propio negocio... ¡y mi vida!

Estaba presa. Ahora soy libre y feliz.

En enero de 2017 decidí renunciar a un trabajo de 12 horas diarias x 4 días a la semana (con 3 horas entre medio de “break”) lo cual me consumía mi salud física y mental...

Básicamente, entraba a las 8 de la mañana y salía a las 11 de la noche de lunes a jueves... durante 4 años. Siempre tenía estrés y a cada rato me enfermaba, no por dar clases como profesora de diseño gráfico, más bien por las exigencias y todo lo que conllevaba el trabajo “administrativo”.

¿Has pasado o estás pasando por algo similar?

Muchas de las personas que buscan la #AcademiaDeBranding, la cual fundé en febrero 2017, tienen un fin en común: “Lanzar su propio negocio para lograr su libertad profesional y financiera”.

Este, ¿es tu caso?

Luego de renunciar y ver que SÍ ES POSIBLE sostenerme profesional y financieramente con mi negocio me he preguntado: “pero… ¿por qué no hice antes?...”

Sencillo... Cada uno de nosotros está “a su tiempo”. Por lo tanto, el reclamarle a misma no haberlo hecho antes, es en vano. Renuncié en el momento indicado.

Mi momento más allá de la perfección me enseñó que no necesariamente existe el momento perfecto para lanzarte al vacío, con paracaídas, y ver qué pasa. - Click to Tweet

Yo me lancé, y como es normal, he tenido mis altas y bajas, pero siempre consistente y alerta a los cambios en el clima, con el fin de poder maniobrar saliendo airosa y exitosa.

Cuando estuve presa, soñaba con la libertad de manejar mi tiempo, ganar mi sustento con mi pasión y ofrecer al mundo lo mejor de mí. Hoy, doy gracias a Dios por permitirme cumplir con ese objetivo, el cual lo veía imposible. Hoy, esa meta es mucho mas que un sueño hecho realidad.

Este es mi estilo de vida, prueba real y con evidencia de que sí se puede lograr. ¿Y lo mejor? ¡Vamos por más!

Cuéntame, ¿cuál ha sido tu momento más allá de la perfección?, ¿qué te permitió lograr algo significativo en tu vida? Menciona ese momento en el que soltaste las riendas de la perfección y te lanzaste al vacío (obvio con paracaídas) pero con la simple esperanza de alcanzar eso que tanto querías.

Déjame en los comentarios tu Momento Beyond Perfection, me encantaría leerte.

¿Qué es lo próximo para ti?

Más allá de sólo detenerte y pensar qué estás haciendo, te invito a que conviertas ese pensamiento en acción. 

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